Las alumnas de Segundo Bachillerato han disfrutado este octubre de unas intensas convivencias en Madrid, tanto emocional como físicamente.

El pasado 19 de octubre a las 8 de la mañana, se reunían 28 alumnas de Segundo y dos tutoras en la entrada de Pineda, esperando el autobús que las llevaría al lugar donde pasarían sus últimas convivencias.

Después de 7 horas de trayecto, una parada y mucha comida por parte de algunas compañeras, llegaron a la Fundación Telefónica. Allí se adentraron en la exposición de Liam Young, que provocó la reflexión de muchas de las alumnas. Contemplaron muchos diseños de ciudades futuristas distópicas con el objetivo de removerte por dentro, como, por ejemplo, una ciudad construida sobre basura, una ciudad sin ningún tipo de privacidad ni libertad… Y también la Planet City, una ciudad construida para ocupar sólo un 0,02% del planeta, permitiendo así la regeneración de la naturaleza, que podría ser una posible solución para el cambio climático

Después, y con un regusto un poco amargo, tuvieron tiempo libre para pasear por la ciudad y después de algunas dificultades para encontrar el autocar, se dirigieron hacia el albergue. Estos 40 minutos de autocar permitieron un breve descanso antes de ir a cenar e instalarse en las habitaciones, que recordaban a un internado de película. Las alumnas finalmente se fueron a dormir para coger fuerzas para el día siguiente.

A las 8 de la mañana, ya estaban todas levantadas y almorzando en el comedor, listas para empezar el día con energía. Bien arregladas, la primera parada fue el Congreso de los Diputados, donde tuvieron el placer de visitar la Sala de los Pasos Perdidos, El escritorio de la Constitución de 1978 y la Sala de Sesiones, donde se tomaron fotografías como verdaderas diputadas.

Después de haber disfrutado de algo más de tiempo libre, donde muchas se decantaron por visitar la Puerta del Sol o la Plaza Mayor, comieron todas juntas un buen plato de macarrones y uno de costilla en el Museo del Jamón. A continuación, se apresuraron al Museu del Prado, donde tuvieron el placer de contemplar en primera persona muchísimas obras que las alumnas de Historia del Arte ya habían ido estudiando. Con el auricular que les habían dado, sintiéndose espías y una guía fantástica que explicaba todos los detalles y curiosidades de las obras y sus autores, todas se quedaron con ganas de más, pero el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía las esperaba. No sin antes comprar algún recuerdo de la visita, algunas chicas fueron por su cuenta a visitar el Parque del Retiro, y otras, a ver al Guernica, al Reina Sofía, que con sus grandes dimensiones, dejó a todas con la boca abierta.

Se reencontraron con el autobús para regresar al albergue y cenar y dormir para estar listas para el último día. Se levantaron de nuevo a las 8 de la mañana para desayunar y visitar el Centro de Cuidados Paliativos Laguna, que las acogió muy bien. Recibieron una charla muy interesante sobre la vida, la muerte y la sociedad y posteriormente, visitar a los abuelos de la Fundación para hablar con ellos y hacerles compañía, que emocionó a muchas chicas.

La última parada antes de irse a casa, la hicieron en el Palau Real, donde presenciaron, por casualidad, el cambio de guardia. Aprovecharon para almorzar por Madrid, antes de volver al autobús dirección Barcelona.

El trayecto de regreso estuvo lleno tanto de emociones como de momentos muy divertidos, que ninguna de ellas olvidará nunca. Estas convivencias resultaron una oportunidad buenísima para unirse como grupo de clase, fueron muy divertidas, didácticas y por supuesto, diferentes a cualquier otra experiencia que hayan tenido.